doble fila
De la película "53 días de invierno" que ayer nos atrapó por la tarde en un cine impropio para la misma, debo reconocer que no me sorprendió en exceso ni la misma película, ni el guión. Pese a reconocer que trata de historias brutalmente reales, no me sorprendió más que poco ni me aportó nada que ya hubiera visto en otras películas similares, pese a reconocer evidentemente las pretensiones de la directora casi casi novel de la misma. De todas formas, un desastre que no estuviera en proyección en ninguna sala de Barcelona, no puede ser...
Dos cosas me quedo de la película, la excelente interpretación de Mercedes Sampietro una vez más...alucinante, y la "doble fila" de uno de sus protagonistas, en una de sus historias. Y simplemente, esas dos cosas, ya hicieron que mereciera la pena ver la película. A menudo paseamos por las calles, ahora más frías que nunca, de las grandes ciudades, como Barcelona, Madrid, Valencia, ...y el resto. Aúnque reconozco que el impacto en Madrid no tiene comparación.
Andamos, chocamos, bailamos, reímos, quedamos, besamos, morimos y resucitamos por las calles de Madrid y otras tantas ciudades sin atender casi nunca a las personas que bajo cartones o sin ellos, duermen y utilizan todos esos verbos, o los que pueden, en la calle, las 24 horas del día. La mayor parte del día son invisibles, el resto son objeto de compasión, y otras tantas veces objetos de escaparate, burla y desprecio. Daños colaterales que llamarían Aznar y Bush de nuestros días sabiendo eso sí, como sabemos todos nosotros, que cada uno de ellos guarda en sí mismo historias tan reales como la muerte misma. Alguien me dijo hace poco aquello de que "que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde". Y no no dejo de pensar, cuando paso por al lado de unos cartones invisibles, siendo un imbécil más de los que pasan en la marabunta sin ni siquiera mirar sin abrazarme el ombligo, que de nuestras vidas a esos cartones no existe más que un camino trazado para todos por igual. Todos debemos estar preparados para hacernos una casa de cartón, pienso muchas veces. Para hacernos una casa de cartón, dejarnos barba, y calentarnos en hogueras callejeras. Y da igual que sea algo real, que sea algo metafórico, para ambos casos, debemos estar preparados.
Y eso es lo que le pasa a uno de los protagonistas de la película... Feliz Lunes, perdón por la realidad....
"Doble Fila" Quique González. Tras un concierto con Andrés Calamaro y Ariel Rot, Quique González se deja caer a dormir entre dos coches aparcados en doble fila.
Ando estos vagabundeando
de tu mano fría hasta el final del mundo
y duermo en doble fila, vivo a todo trapo.
Esta es la vida que yo quería para mí,
pero no es la vida que tú querías para mí.
Ando estos días aterrorizado
con tus pesadillas y me estoy robando
cada día por ser cada noche más gallo.
Y esta es la vida que yo quería para mí
pero no es la vida que tú querías…
Díselo, cuéntaselo de una forma sencilla.
Seguiré aparcado en tu doble fila
2 comentarios
ru -
quitos -
(mierda, mierda, mierda)
Quitos
P.D. el miércoles comemos, lo que sea, pero comemos juntos.