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latercera

desde el balcón...al malecón..

desde el balcón...al malecón..

Hoy hace sol. Mucho sol. Iré a la playa, hoy no me la pierdo! que casi no la he degustado...y me encanta la playa. No sé porqué, hoy me he despertado tarareando "desde el balcón que daba al malecón..." una canción de Sabina sobre La Habana. Nunca he estado en Cuba. Y siempre he querido ir. Siempre por varios motivos o por pensar "ya habrá tiempo", nunca me he decidido a irme a pasar una semana a Cuba. Y eso no es bueno! Porque mucha gente ha ido y te cuentan mil cosas, porque es un país que llama extremadamente la atención, porque creo que bien hecho debe ser uno de los viajes más maravillosos que se pueden hacer, ...deben haber mil razones para ir a Cuba.

Todo el mundo habla bien de su viaje a Cuba, y mal de como está la cosa allí para la gente que ha de vivir allí. Más o menos la mayoría de gente te cuenta "Está muy bien, pero los pobres negritos...". Este suele ser el resumen de los que van a Cuba con pulsera, como van a Benidorm con gorra. Luego están los que van a Cuba, y saben ir o yo intuyo que han sabido ir. Y esos son los que a mí me dan envidia insana. De hecho, hay tantas formas de viajar...Desde luego, si yo fuera a Cuba, no me pondría una pulsera. Aún así, las experiencias suelen ser no muy positivas de lo que se ve por allí. Pero yo quiero verlo con mis propios ojos.

Todo el mundo, sea como sea, la mayoría, quiere siempre repetir, volver...eso debe ser por algo...casi todo el mundo claro.

En fin, una experiencia no vivida. Hoy hace sol. Me imaginaré en La Habana desde El Prat de Llobregat. Soñar no es nada malo.

 

 

Título: Postal de La Habana
Año: 1998
Letra: Joaquín Sabina
Música: Joaquín Sabina
Disco:
Yo, mi, me, contigo (1996)

Desde el balcón
que daba al malecón
veía cada mañana
los peces de La Habana
bailando con la historia un guaguancón.

Y en el hotel
el mundo iba al revés,
y el siglo en camiseta
regaba las macetas,
y en cada bicicleta caben tres.

Y la noche insensata
con sus ojos de fuego
negros, como dos perlas de carbón,
provocándome al juego
tropical y pirata
de la gata mulata y el ratón.

Y en vez de las respuestas que buscaba
un ciclón de preguntas me esperaba,
y en el desván del alma de la gente,
dormía Silvio soñando con serpientes.

Y a las barbas de la revolución
les salían más canas cada día,
y el mañana era un niño que mentía,
y todos se llamaban Robinsón.
Y el cuerpo al sóngoro cosongo.

Songo de Changó, songo de Martí.
Que no pare el sóngoro cosongo.
Con el corazón yoruba lucumí.
¡Que siga el sóngoro cosongo!
Sígueme, sígueme.

Me pone negro el sóngoro cosongo.
Para que lo baile el negro Milanés.
Mire usté.

Desde el balcón
la calle era un danzón
y el cielo una acuarela
manchada por las velas
de las tres carabelas de Colón.

Y en este hotel tocó Beny Moré
la noche que Al Capone
perdió los pantalones
a la ruleta rusa con Fidel.

Y las viejas banderas
llamando a las trincheras
desde el mural añil de la pared
donde una mano ha escrito
“Haydée, te necesito”
sobre la boina mítica del Ché.

Y nos bebimos todas las cervezas,
y besamos a todas las cubanas,
y el chulo de las musas de La Habana
llevaba una manzana en la cabeza.

Y el Caribe embestía contra el hotel,
y demasiados sueños dependían
de la buena o la mala puntería
que tuviera aquel día Guillermo Tell.
Mamita al sóngoro cosongo.

Va pa Varadero, viene de Madrid.
Que no se duerma el sóngoro cosongo.
Sol Portocarrero, luna de marfil.
Que siga el sóngoro cosongo.
Sígueme, sígueme.
Para gozar el sóngoro cosongo.

Para mi compadre Pablo Milanés.
Pablito, el sóngoro cosongo.
Sírvase con sal del mar de las Antillas.
Abrazadito al sóngoro cosongo.
Pa’ que la mulata mueva la rodilla.
Bendito sóngoro cosongo.

Songo de Cotán, songo de Compay.
Con un mojito el sóngoro cosongo.
Nunca se la aprende el gringo Hemingway.
Qué rico el sóngoro cosongo.

Yo soy un hombre sincero,
sincero y sin infinito,
y antes de morirme quiero
vivir la vida un poquito.

Sí señor, cómo no. Asúcar, sóngoro cosongo.
Manos arriba, alto, ¿quién vive?.
Dale candela al sóngoro cosongo.
Amo esta isla, soy del Caribe.
Me sube el sóngoro cosongo.

Un chicharrero gordo, un flaco de Jaén.
Carajo el sóngoro cosongo.
Songo de Lezama, songo de Guillén.
Fandango sóngoro cosongo.
Sígueme, sígueme.

3 comentarios

labegue -

Ruben, no pierdas la oportunidad de ir a Cuba. Principalmente a La Habana, y si puedes, hazlo rápido, antes de que se muera Fidel. ¿Sabes? lo que más me sorprendió no fué la ausencia de publicidad (de marcas comerciales se entiende), ni los coches años 40 o 50, ni la gente tocando por las calles. Lo que más me sorprendió fue ver a personas solas, sentadas en el Malecón, mirando al mar. Como si esperaran algo, como si no tuvieran nada mejor que hacer.

síl -

tuve la suerte de estar en Cuba, un poco de casualidad y pasé allí casi 20 días... fue algo realmente especial, una mezcla de un montón de sensaciones, de contradicciones, de cosas que entiendes, otras que no, de carteles con frases revolucionarias, de recuerdos del che, de silencio y tabúes, de aires de tiempos mejores,... pero, sobretodo, de vida... y, de vida en la calle, que es la mejor!
si puedes/si podéis ir...

besos!

pd. para mí, "sueño con serpientes" es una de las canciones más especiales de silvio... grande, grande, grande!!!

acróbatas -

Siempre he dicho que, el dia que tenga ocasión de cruzar el Atlántico, iría a Cuba o Argentina, aunque eso ya lo sabes.

Además, esa canción es increíblemente preciosa. Me encanta. Y el título es increíble, parece una tontería pero no lo es (no, o si?)

Besos.