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latercera

biba

Bueno, aquí uno que se escapa unos días. No serán 19, aunque sí, de noche, 500. Qué gran canción. Ayer ví a dos hermanos que tengo. A uno le traté mal, luego me arrepentí. Al otro, me lo comí a besos. Él lo sabe. Yo también tengo muchas ganas de que nos demos más tiempo. Te echo de menos y no debería hacerlo siempre ahora. El tiempo se para, yo me escurro, me debilito, milito en un club social de parados, y la energía es negativa. Así que necesito un poco de aire, camino, y mí. Necesito de mí. Creerme. Sólo así, sabré volver. Ahora no sé volver. Sólo pienso en irme. Para volver, hay que irse primero. Para irse, hay que volver? no es necesario. Las migas de pan se borran. Todos hemos leído los cuentos. Aunque si acaba bien, se quedan ahí, y vuelves. Pero la vida acaba bien? Pues mire, no lo sé. No lo sé. A veces sí, a veces no. Termino medio para los mediocres. Vivan los polos. Es bueno ser radical. Incluso le han hecho una bebida. Me encanta la bebida. La isotónica, y la alcohólica. Porque siempre nos quedará París. Me acuerdo de las escaleras de Montmatre. Esa tranquilidad busco. Ahora, no la tengo. No me creo, y así, quién va a creer en mí? No soy un misterio, pero puedo montarmelo y ser Lacun. Tal vez me deje caer por su bar, para escuchar la trompeta. Yo no soy de verdad, pero soy feliz. Porque mi hermano está tocando una guitarra. Y eso, me gusta. Me gusta ver a mi hermano tocar la guitarra y ver que las manos le responden. Qué bonitas son las manos. Una vez hablé de eso aquí. El tacto de las manos, es un alfabeto más griego que el yougur. Se escribe así? seguro que tampoco. Pero por lo menos, lo puedo escribir con las manos. Las mías, las de matar. Biba la república, y las cosas mal escritas, las uves en las bés, las bés en las uves. Disculpen las molestias. Los perfiles sólo existen de perfil. Muchos besos. Para todos.

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