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latercera

crecer...

crecer... Amanece. No es poco...Tostadas, zumo, café, ....humo. Las calles en su sitio, bien. La gente en esas calles. Frío. Martes. Ya queda menos para el centro comercial, la última de Stallone, las primeras compras navideñas, y el buffet chino...intuyo los hilos que nos manejan a todos a través de la pequeña ventana de la terraza. Corto los míos. Me tiro. Me gustaría volver a la cama. Sigo con el zumo. Venezuela se enfada, el PP se enfada, el PSOE se enfada, el Rey no puede dormir, los nazis salen a la calle y matan. Todos se enfadan. Matan a otra mujer, un policía pierde unos cuantos dedos por un artefacto explosivo...Quiero volver a la cama. Sigo con el café. Llega una carta del banco, otra del juzgado, otra del móvil, otra del gestor, asesinos. Miro por la ventana, sigo viendo hilos, hilos, hilos, ...quiero cortarlos, pero es imposible. Abrigan a la gente. No puedo casi ni con los míos, aunque peleo. Humo. Un jóven que iba a ver un partido de fútbol muere en un área de servicio en todas las ediciones de los telediarios, en todas las cadenas. Rematamos con el cambio climático. Inundaciones en Colombia, sobresaltos en Perú. Afilamos los dientes en forma de cuchillo para salir a la calle y salvarnos de la quema. Somos malos. Pienso en mi cama, tostadas. Sigo en ello. Ducha calentita, vuelvo al salón. Como si me quedara dormido escucho como un niño en Brasil, disfrazado de Spiderman, ha salvado a otro niño de un incendio. No deberíamos crecer.

1 comentario

acróbatas -

No, no deberíamos crecer...

En el fondo, no tenemos por qué hacerlo si no queremos. Yo me quedo con la niña que llevo dentro y con el niño que tú también llevas dentro, porque yo veo cómo te disfrazas de superhéroe todas las mañanas, todas las noches, para intentar salvar un trocito de mundo que nos rodea...